El proceso de un final

Rain y Jori chocaron sus puños, y luego salieron de la arena. Aunque el combate no duró mucho, fue el primero en el que se derramó bastante sangre, y de hecho fue el más largo hasta ahora. Como además eran amigos, no quedaron malos sentimientos. Solo el deseo de mejorar para asegurarse de que el resultado sería diferente en un mes si tenían la oportunidad de pelear nuevamente.

—En serio, ¿qué hiciste? —preguntó Jori.

—Como si te fuera a explicar mi carta ganadora para ganar este torneo —dijo Rain—. Necesito ganar para asegurarme de que no me obligarán a trabajar hasta la muerte haciendo reliquias.

—De todas las cosas que podría haber encontrado motivación... —dijo Jori y luego suspiró—. Aún así, supongo que eso es justo como tú. Por cierto, ¿cómo moviste tu brazo si todavía están rotos?

—Esto es veinte por ciento suerte. Treinta por ciento habilidad. Cincuenta por ciento poder concentrado de voluntad —dijo Rain—. Aunque duele un poco.