La próxima vez

—¿Puedo hablar contigo un momento? —Sealyn se acercó a Rain cuando la reunión terminó.

—Claro, ¿quieres preguntar algo? —preguntó Rain.

Sealyn parecía más relajada que antes, pero todavía debía estar un poco molesta por su derrota. Era el tipo de persona que no dejaría que algo así la arrastrara para siempre, pero también era terca y orgullosa. De vez en cuando, esos pensamientos volverían a surgir y la molestarían de nuevo.

—Mamá dijo que estás completamente curado, pero no explicó el daño que sufriste —dijo Sealyn—. ¿Cómo fueron las heridas?

—Estaba bien, no fue un daño mortal, pero fue bastante problemático —dijo Rain mientras se preguntaba si debía restarle importancia a las heridas o exagerar sobre ellas—. Supongo que el peor dolor que sentí fue cuando los dragones meteoros intentaron convertirme en un barbecue de sushi. Las heridas de esa lucha estaban entre las cinco peores.