Nuevos enemigos

Pillado desprevenido, la atención de Rain se trasladó abruptamente a las dos fuerzas masivas que emergieron en ambos lados. A su izquierda, una horda de monstruos deformados, retorcidos y grotescos, se alzaba como un ejército inquietante. A su derecha, un ejército de robots humanoides, sus formas metálicas brillando de manera ominosa, listos para la batalla. La inesperada aparición de estas fuerzas opuestas creó un sentido de caos en el campo de batalla.

El área a su alrededor mostraba las cicatrices de un conflicto intenso. Cráteres cubrían el paisaje, evidencia de poderosos choques que habían tenido lugar. La tierra, antes fértil, ahora estaba estéril y quemada, un testimonio de las fuerzas destructivas en juego. El cielo arriba había adquirido un tono naranja antinatural, proyectando un resplandor inquietante sobre el terreno devastado.