Sus Verdaderos Colores

Tan pronto como recibieron señal en medio de su viaje, el caos estalló en la camioneta.

Joonie, que no tenía ni idea de que su reputación se había desplomado, miró su teléfono con los ojos muy abiertos.

Tenía múltiples mensajes—demasiado para lo que normalmente recibía. ¡Casi como si mucha gente se preocupara por él!

Sin embargo, ese no era el caso. Estaba lleno de mensajes de furia de Dan, diciéndole que había arruinado las oportunidades que había preparado para él. Aparte de eso, también recibió mensajes anónimos, todos enviándole amenazas de muerte.

Cuando se desplazaba por las redes sociales, rápidamente se arrepintió de la decisión.

Casper y Jisung, que desplazaban sus teléfonos, inmediatamente se giraron hacia Joonie.

—Mei no pudo contenerse. —¿Robaste esos pastelillos? —preguntó ella.

—Joonie tragó saliva y levantó la cabeza. —¿C—cómo? —Esas fueron las únicas palabras que pudo pronunciar.