No lo hice.
Esas eran las palabras que June quería decir. Sin embargo, antes de que pudiera pronunciarlas, la aplicación lo redirigió a su pantalla de inicio.
Minjun, que estaba justo detrás de la cámara, lo miró con los ojos muy abiertos. Hizo señas en silencio para que June continuara, pero June solo señaló el teléfono.
—¡Idiota! —susurró Minjun—. ¡Di que no lo hiciste!
June chasqueó la lengua. —Se fue —dijo.
Minjun frunció el ceño y echó un vistazo cuidadoso al teléfono, asegurándose de que la transmisión en vivo ya no seguía.
Cuando vio que June decía la verdad, una expresión de descontento decoró su rostro.
Fue a Navel en su teléfono y buscó el nombre de June.
—Está... desaparecido —dijo Minjun—. Tu cuenta ha desaparecido.
June suspiró y se recostó en el estante detrás de él. —No es tan sorprendente —murmuró—. Honestamente, es más sorprendente que no hayan quitado la transmisión en vivo antes.