Era el último día de octubre—la noche de Halloween. Todos estaban en las calles, vestidos con sus disfraces.
Entretenimiento Phoenix no era una excepción a la festividad.
Su Fiesta de Halloween no tenía nada que envidiar a una leyenda.
Cada año, sin excepción, la compañía transformaba su oficina corporativa en un país de las maravillas espeluznante. Desde calabazas brillantes hasta arañas cubiertas de telarañas, todo gritaba Halloween.
Era una tradición que el Sr. Klin había creado en el momento en que construyó Entretenimiento Phoenix. Aunque solo unos pocos artistas asistían en aquel entonces, él aún atesoraba cada momento. Y ahora, Lena continuaba la tradición.
¿La mejor parte? Los disfraces. Cada artista llegaba engalanado con lo mejor que tenía, y la competencia por el mejor atuendo era tan feroz como divertida—especialmente cuando una gran cantidad de dinero estaba en juego.
Dado que eran el grupo más joven en Azur, RUNNIN' llegó primero, puntualmente a las siete.