Los miembros de AMANECER se reunieron en la sala de práctica, cada uno desparramado por el suelo, recuperando el aliento después de un largo ensayo.
El sudor les brillaba en el rostro, pero también se notaba una sensación colectiva de frustración. La canción que tenían que interpretar en los premios PAPA seguía sonando de fondo, así que Jaeyong fue y la detuvo, ya que le resultaba repetitiva.
—¿Es posible odiar nuestras canciones cuando antes me gustaban tanto? —preguntó.
Jisung negó con la cabeza. —¡Claro que no es normal! Deberíamos amar nuestras canciones.
—Yo amo nuestras canciones —interrumpió Casper.
—Hombre, yo también —suspiró Zeth—. Pero esta preparación para la actuación me está agotando.
—Ni me lo digas —dijo Sehun—. Siento como si todavía estuviéramos al principio de todo a pesar de haber practicado tanto.
Ren asintió en acuerdo. —¡Aquí falta algo! Solo que no sé qué.