Archer regresó a la realidad cuando Teuila lo sacudió —¿Estás bien, Archer? —ella dijo con tono preocupado—. Dejaste de caminar y te quedaste callado.
—Lo siento, solo estaba pensando en mi madre que está en la Tierra —explicó Archer mientras sacudía las telarañas de su mente—. He estado bloqueando esa parte de mi vida porque duele demasiado pensar en ellos.
Teuila apretó su brazo mientras le daba una dulce sonrisa llena de amor —Lamento sacarlo a colación, pero tal vez si te abres a mí, te ayudará. Mi madre siempre me dijo que siempre termina mal si alguien reprime sus emociones.
Archer asintió —Quizás —dijo mientras miraba alrededor y avistaba una banca—. Sentémonos, y puedes preguntarme lo que sea.
—De acuerdo —respondió Teuila mientras los dos se sentaban, permitiéndole hacer preguntas—. ¿Me puedes contar sobre tu madre?