Cariño

—No estoy lista para tener sexo, mi amor. ¿Te molesta? —dijo ella con voz reticente.

—No, en absoluto, Maeve. Respeto tu elección y no traspasaré tus límites —respondió él negando con la cabeza y con una sonrisa honesta.

—Gracias, Archer, lo aprecio —dijo ella dulcemente al escuchar.

—Que tengas buenas noches, Maeve. Nos vemos en el desayuno —asintió Archer.

Después de darle un abrazo rápido, ella regresó corriendo a su habitación, dejando una sonrisa en su rostro mientras se alejaba. Después de eso, Archer decidió pasar la noche con Leira y utilizó el Detector de Aura para encontrar el dormitorio de la chica gato, ya que el palacio lo confundía.

Después de unos segundos, Archer la encontró y se dirigió hacia su habitación y entró, solo para verla esparcida por toda la cama con unas bragas rosas y un sostén que mantenía sus pechos perfectos en su lugar.

«Es hermosa y estoy contento de que sea mía», reflexionó.