Archer se encontraba en lo alto de la recién construida fortaleza, cuyas murallas eran una marca desafiante contra las constantes sondas de la Alianza. Sus ojos violetas brillaban emocionados mientras Elara aparecía a su lado, su sonrisa transmitía alivio y satisfacción.
—La Primera Legión ha regresado —informó ella—. Las familias Vitalis y Moonwood están a salvo.
Su expresión se mantuvo concentrada mientras asentía. —Excelente. Una vez que partamos, escoltaremos a todas las familias con nosotros. Nuestra prioridad es diezmar tantas fuerzas de la Alianza como sea posible.
—Las Octavas y Novenas Legiones destrozaron los ejércitos conjuntos de Avaloch y Novgorodiense pero tuvieron que retroceder cuando apareció refuerzos enemigos —informó el Mariscal Dragón.
Archer sonrió. —Bien. Ese es el plan; interrumpimos su invasión mientras sacamos a todos nuestros aliados y a las familias de las chicas antes de retirarnos a Draconia —dijo con una sonrisa.