Cinco de Oro Cada Uno

Después de que Archer habló con Nathan, abandonó el submarino y comenzó a explorar la Base Naval, que le interesaba mucho. Se encontró con los nuevos barcos de Mar Profundo que se usarían en la guerra venidera.

—No puedo pensar en otros barcos de guerra, pero deberían surgir más diseños del reino gracias a la Familia Pie de Hierro y Farrah —reflexionó con una sonrisa.

Después de eso, Archer dejó la base y comenzó a caminar hacia el palacio. Recibió un mensaje de que Elara, Ella y Olivia habían regresado allí. Al ver esto, invocó sus alas y voló a casa.

—Me encanta sentir el viento en mi cara mientras vuelo —pensó Archer con una sonrisa feliz.

Mientras hacía eso, notó que el sol se ponía más bajo, proyectando largas sombras sobre la isla. Se deslizaba sin esfuerzo, el viento susurrando contra su rostro. Debajo, los verdes exuberantes de los bosques de Daconia daban paso a hermosos campos ondulados y ríos brillantes.