Archer observó a Charles asentir antes de extender su mano, la cual tomó mientras despedía a las Criaturas de la Sombra. Una vez que se estrecharon las manos, el hombre mayor preguntó con una voz nerviosa pero firme:
—¿Cuántas quieres vender?
Él sonrió mientras sacaba veinte monedas más, lo que sacudió a todos, incluyendo a Sasha, que observaba la escena con fascinación. Archer rió antes de hablar:
—Si compras las veinticuatro, serán trescientos sesenta mil dólares. ¿Te parece bien, señor secuaz criminal?
El hombre asintió, pero Archer continuó:
—¿Qué te conseguirá una moneda?
Charles tragó pero pronto reveló:
—Podemos ganar al menos veinticinco mil en cada una, más si las entregamos a los expertos.
Archer asintió antes de que su sonrisa se ampliara aún más:
—¿Compras gemas preciosas? Sé que tengo algunas raras de las que tu organización se beneficiará.