Archer y Elizabeth acordaron que él obtendría el setenta por ciento mientras que el gobierno obtendría treinta, gracias a hacer todo el trabajo pesado por él. Estaba contento con este arreglo, haciendo sonreír a la mujer mayor —¿Te gustaría algo de beber, Arch? Tengo cerveza o vino.
—¿Qué prefieres? —preguntó ella con una voz curiosa.
Elizabeth brilló al sacar un par de cervezas, entregándole una a Archer —No pensé que disfrutarías una buena cerveza —dijo él con una sonrisa—. Han pasado años desde que tomé una.
Ella se rió, abriendo su cerveza con un siseo —Bueno, disfrutar de una buena cerveza después de un largo día es bastante pacífico. No es como si mis hijos estuvieran ansiosos por pasar tiempo conmigo —comentó con un toque de tristeza.
—¿Por qué no se molestan? —preguntó él mientras saboreaba la deliciosa cerveza.