Estos Dos Son Demonios

Morena lo guió por un sendero a través de la jungla. Los aullidos de monstruos sonaban en la distancia, y el clima cambió repentinamente a una tormenta, lo que hizo que Archer pensara, «Está conectado con el clima de la Tierra».

El nigromante lo siguió hasta una puerta, que ella abrió solo para ver a Demacia cuidando algunas plantas. Archer sonrió cuando vio a la mujer, cuyos ojos se abrieron de par en par al levantarse de un salto y correr hacia él.

Ella lo abrazó fuerte mientras lo atraía hacia ella; Demacia no lo soltaba mientras hablaba, «Has crecido tan guapo; ¿qué tal si entramos y nos ponemos al día?».

Archer se apartó de ella y habló con una sonrisa sincera, «Señoras, no estoy aquí por sexo ni para encantaros a ambas; solo quería veros y disculparme por estar atrapado en el Dominio tanto tiempo.»

Demacia y Morena fruncieron el ceño mientras la mayor hablaba, «¿Estás rechazando nuestras insinuaciones?».