Archer miró al Bigfoot antes de sonreír:
—Bien, al menos no me mentiste. ¿Es por esto que la gente desaparece en los parques nacionales?
La criatura asintió de mala gana:
—Sí, usamos… animales, cosas que tomamos de las casas humanas, cualquier cosa que encontramos en la tierra.
—¿Qué pasa si puedo darte un lugar para vivir? ¿Lucharías por mí? —preguntó.
Cuando el Bigfoot escuchó esto, inclinó la cabeza antes de responder:
—¿Por qué lucharíamos? Somos seres pacíficos.
Archer comenzó a reír al escuchar esto:
—¿Estás bromeando? Secuestran y comen humanos todo el tiempo.
—No tenemos otra opción; necesitamos irnos, y si unos cuantos humanos desaparecen, ¿qué daño puede causar? Hay tantos de ellos —replicó.
—No me importa; lucharás si vives en mi Dominio. Aparte de eso, tu especie puede vivir en completa paz y seguridad —dijo Archer.
Cuando el Bigfoot escuchó esto, soltó un rugido que resonó por toda la cueva antes de volverse hacia él y decir: