—¿Qué crees que estás haciendo? —tronó la Bestia Reina del Cosmos.
Ella abrió sus enormes ojos y miró fijamente a Michael, quien la contemplaba con calma.
—Estoy intentando ayudarte, así que cálmate. Sé lo que te han hecho y puedo resolverlo. No alteraron tu mente, ¿verdad?
—¿Puedes ayudar? Sí... no cambiaron nada de mi cerebro. Mi mente está tan clara como siempre.
Michael asintió lentamente. Percibía los cambios dentro de la Bestia Reina del Cosmos, pero no estaba 100% seguro si la mente de la Reina había sido afectada. Dada la edad de la Bestia Reina del Cosmos, tendría que usar Vigilante Mental para estudiar su mente durante más de un mes, quizás años. Eso no era factible. Necesitaban una solución más rápida.