Esencia

Michael no se sentía demasiado bien. La Esencia que entraba en su cuerpo era abrumadora, obligando a Michael a cerrar los ojos y concentrarse en digerir todo tan rápido como posible. La ira y el furor que lo habían impulsado salieron a través del Empujón Final de las Artes de Lanza Maligna, dejando a Michael satisfecho, pero también un poco triste.

No estaba triste por la muerte del Primigenio. Si algo, Michael estaba más que satisfecho de que Primal Xerx al fin estuviera muerto. Aun así, la muerte de su cuerpo secundario y de tantos Rebeldes le preocupaba a Michael.

Tenía los ojos cerrados, revelando un escenario desconocido ante el ojo de su mente.

Estaba en medio de la nada en una habitación blanca prístina. Allí, Michael se miró a... sí mismo. Sin embargo, no era en realidad a sí mismo a quien Michael miraba. Era al cuerpo secundario.