El fin del Principio I

Todo estaba sellado en piedra —o en el tejido del espacio y la realidad— en un instante. Los Dioses se posicionaron y accedieron a la urdimbre, drenándola activamente para tirar de las corrientes de Esencia alrededor del Principio en diferentes direcciones.

Las corrientes de Esencia no fueron cortadas, ni nadie removió el Principio de la urdimbre. En su lugar, cientos de Dioses —Dioses Bestia, Dioses Mayores, Dioses Menores y Dioses Semi— controlaban la Esencia bajo una tremenda presión y la empujaban hacia los Dioses quienes habían sido elegidos como 'Guardias de la Fortaleza'.

Estos Guardianes se desplegaron alrededor del Principio para bloquear al Primigenio con el suministro de Esencia de sus camaradas. La Esencia llenó a los Guardianes hasta el tope y les permitió desbordar. En algunos casos, eso habría sido considerado problemático, pero los Guardianes necesitarían cada pizca de Esencia una vez que el Primigenio los atacase.