Auge de una Nueva Era I

—¿Está realmente bien si nos vamos? —preguntó Tiara a Michael, con lágrimas llenando sus ojos.

Michael miró a la Princesa Colmillo de Plata y le sonrió. Tiara había estado con él desde el día en que entró en el Expanso de Origen. Ella permaneció a su lado y luchó poniendo su vida en juego. No había dudas en sus acciones, sin importar cuán peligroso fuera el encargo.

Ella era una persona verdaderamente preciosa para Michael. Esa era aún más razón para que él no pudiera mantenerla en la Jungla Indomable. Tiara merecía ser libre. Merecía cuidar de su gente y gobernarlos.

—Mi decisión no ha cambiado en las últimas dos décadas —se burló Michael—. Tú y los Colmillos Plateados son libres de irse. No será posible liberar a las Convocatorias Silverfang porque ya murieron una vez y no se les permitirá regresar a la urdimbre —la urdimbre las repelería, destruyéndolas para siempre—, pero los Despertados pueden volver al cosmos.