Los magos humanos capturados podían oír claramente a las Hadas cercanas discutiendo la viabilidad futura de sus vidas una vez que alguien les explicara a los humanos locales cómo usar la técnica de cultivo para obtener poderes mágicos. El pensamiento los aterrorizaba, ese poder había permitido a su Emperador conquistar el mundo entero en una generación, pero esas personas ya tenían un poder mucho mayor que el suyo, y no dudaban en usarlo en el combate.
Las transmisiones de radio entrantes, tanto las propias como los mensajes locales, dejaban en claro que toda la Legión había sido derrotada, y solo unos pocos supervivientes habían llegado a los puntos de repliegue. Los magos nunca habían considerado que los locales podrían atacar primero a sus Comandantes.
Ese nivel de mago debería ser casi invencible, en la mente de la Legión, pero con esas malditas armas, estos seres monstruosos y sus aliados humanos habían destrozado poderosos escudos mágicos como si fueran de cristal.