—Ahora —instruyó, y una granizada de disparos golpeó los escudos alrededor de la fuerza atacante, provocando que parpadearan y que varios de los magos humanos cayeran de rodillas exhaustos mientras se forzaban más allá de sus límites para mantener la barrera activa.
—Aquellos dos rompieron bajo la presión. Los quiero vivos para estudiarlos —anunció el antiguo Príncipe Elfo, ante lo cual las Hadas dieron un resonante aplauso.
Aquellos que hacían cosas inesperadas siempre eran valorados por las Hadas. No como iguales, incluso si se lo ganaban, las Hadas eran un poco preferenciales con los suyos, pero dado que este era poderoso, sería un sujeto de investigación increíblemente valioso para sus estudios de magia.