¿925 por una mascota?

Al principio, la puja por la pulsera de ataque mental fue tan explosiva como siempre, con docenas compitiendo por la siguiente apuesta, en caso de que su competencia se retirara pronto.

Pero después de que la oferta empezara a subir, Wolfe pudo escuchar murmullos en la muchedumbre mencionando el nombre del Barón Peter, y el entusiasmo por el producto rápidamente comenzó a disminuir.

Wolfe miró al Barón Peter, quien recibía miradas compasivas de los otros Nobles, buscando respuestas.

—Es por mi edad, ya ves. Una vez que se dan cuenta de que lo hice yo, lo tratan como si fuera hecho por un aprendiz e ignoran la calidad real —suspiró.

—Bueno, en ese caso, podría obtenerlo por un precio razonable —respondió Wolfe con una sonrisa mientras levantaba su cartel para ofertar.

Los oferentes en la sala no lo notaron al principio, pero después de unas cuantas rondas más, solo quedaban Wolfe y un Noble abajo, quien estaba siendo presionado por sus pares para no pagar de más por el artículo.