Una vez que los visitantes fueron alejados de la actuación, de la cual el desafortunado Nathan seguía intentando regresar cada vez que perdía la concentración, Las Brujas llevaron al equipo a sus habitaciones, mientras Wolfe jugaba a la defensa, evitando que se desviaran hacia las numerosas tiendas y trampas para turistas en el camino.
Una vez instalados en sus habitaciones, podrían explorar hasta saciarse, pero Wolfe no iba a seguirlos toda la noche para asegurarse de que tuvieran un lugar donde dormir.
Cassie se aseguró de que todos tuvieran un mapa de la ciudad, incluyendo los detalles de sus habitaciones, y dejaron a los representantes con la promesa de que las reuniones del día siguiente no comenzarían hasta después del almuerzo, para que tuvieran tiempo de formar una opinión adecuada sobre la ciudad antes de empezar a negociar.