Marlena estaba durmiendo en su habitación, con su coño lleno de la blanca leche de Anon y sus otros agujeros también.
Dormía desnuda y de repente se escuchó un golpe en la puerta.
*Toc-Toc*
—¿Eh? Sí, Maestro... Me inclinaré —Marlena habló mientras se despertaba y miraba alrededor con expresión confundida.
*Toc-Toc*
—Mi Reina, hay una emergencia —se escuchó la voz del General desde fuera de la habitación.
Marlena miró a su alrededor y no encontró a Anon, pero de repente sintió algo moverse bajo su manta.
Inmediatamente quitó la manta y se dio cuenta de que Anon dormía tranquilamente sobre su vientre, chupándole los senos como un niño pequeño y su duro pene aún dentro de su útero tocando su ombligo.
—Maestro... Por favor despierte. El general —Antes de que pudiera completar su oración, Anon bombeó su pene dentro de su coño dos veces.
*Palmada-Palmada*