—¿Qué acabas de decir? ¿Lo repites? —preguntó Anon con una sonrisa mientras miraba a los Truhanes.
—Lo lo siento, si te ofendí por
—Cállate de una puta vez y repite lo que acabas de decir —Anon habló mientras la sonrisa en su rostro desaparecía y una expresión seria cubría su cara.
—Dije... que eres un Demonio Usuario de la Habilidad Mental, ¿P-Por qué intentas matarnos? —El Truhán habló.
—¿Compañero? ¿De verdad crees que soy tan débil como tú? —preguntó Anon con una voz arrogante.
—N-No, por favor eso no es lo que quise decir con—. Antes de que el Truhán pudiera completar su frase, Anon comenzó a reírse.
—Jajajaja... Joder, este papel de arrogante realmente no es lo mío —Anon habló mientras se reía como loco.
—¿Q-Qué? ¿E-Eso significa que somos libres de irnos? —preguntó el líder de los Truhanes con una expresión confusa.
Anon inmediatamente soltó el cuello del Truhán y caminó de vuelta a su asiento.