—Cariño... ¿Puedes venir a mamá? —preguntó ella de nuevo.
—N-No, mamá... E-Estoy herido y por favor ven rápido, mamá. Estos monstruos están intentando comerme —la voz gritó desde el otro lado.
—Pregúntale sobre el momento en que fuiste a ese Festival, pregúntale qué compró —Anon habló sonriendo.
—P-Pero, ¿cómo sabes tú
—Solo pregunta, Luv —dijo Anon.
—S-Sí... Cariño, ¿recuerdas esa vez que fuimos a ese festival? —ella preguntó con una expresión seria.
—Sí, mamá... Lo recuerdo —respondió la voz.
—Cariño... ¿Qué compraste en ese Festival? ¿Recuerdas? —preguntó ella.
...
De repente, el silencio cubrió todo el barco una vez más.
—Dulce— Antes de que pudiera terminar su frase, una voz profunda habló desde el otro lado.
—¿Por qué haces tantas preguntas... estúpida idiota. Solo ven y sálvala... O me la comeré viva —la voz habló con un tono amenazador.
—N-No, tú no eres mi niña... T-Tú eres un truhán —ella habló con una expresión aterrorizada de nuevo.