—Mis hijos... No lo escuchen. Está tratando de bajarles la moral... Vayan y atáquenlo. Yo también lo atacaré —Leon habló mientras miraba a los humanos con expresión preocupada.
—Después de matarlo, visitaré sus casas individualmente y sus hijos varones serán devorados vivos por mis ogros... No, espera, espera... No solo devorados vivos, eso solo les daría dolor una vez. Tengo que pensar en otra cosa, ah sí... Todas sus esposas e hijas serán llevadas a mi granero... Donde las violaré día y noche durante 3 días y después de eso todas serán reemplazadas por nuevo stock.
—¿Dónde irán sus esposas e hijas, preguntan? Bueno, ustedes han matado a la mitad de mi ejército de ogros y necesito recuperarlos... Jejeje, sus esposas serán utilizadas como cápsulas de reproducción para mi ejército de ogros —Anon habló con una sonrisa muy malvada mientras el aura a su alrededor comenzó a enfriarse y nubes oscuras cubrieron todo el cielo.