Anon ahora camina hacia la casa superior con Mike a su lado.
—¿Qué pasó, Maestro? Solo han pasado 2 días desde que estuviste en el salón. ¿Algo salió mal, Maestro? ¿Fue mi error? —preguntó Mike mientras miraba a Anon con una expresión preocupada.
—No, Mike... No tiene nada que ver contigo. He recibido un mensaje de un lugar lejano —habló Anon con una sonrisa mientras sacaba un cigarro de su inventario y lo encendía.
—¿Mensaje? ¿Cómo es eso posible, Maestro? La casa está protegida por barreras mágicas, ¿verdad? —preguntó Mike con una expresión confundida.
—Sí... Mike, pero las barreras solo protegen la casa en forma de Domo y este mensaje fue enviado desde un eje paralelo.
Eso significa que quien envió este mensaje también está sentado bajo tierra —habló Anon con una sonrisa mientras exhalaba un poco de humo al aire.
—Maestro... ¿Qué tipo de mensaje era? Si no te importa que pregunte —preguntó Mike.