Anon y Mike están ahora parados frente a la casa con Sephie y el No. 300 frente a ellos.
—Maestro, acabas de regresar... ¿Realmente es necesario que vayas? —No. 300 preguntó con una expresión triste.
—No, simplemente puedo descansar y disfrutar el resto de mi vida en esa misma casa... Pero, no quiero hacer eso, Luv —respondió Anon con una sonrisa mientras miraba al No. 300.
—Mas— Antes de que Sephie pudiera completar su frase, el sonido de Adeline vino desde atrás.
—Queriiiiiido... —Adeline llegó corriendo hacia la puerta con un tazón en sus manos.
—Hmm...? —Anon la miró con una expresión confundida.
—Querido, por favor espera... —Adeline habló mientras se detenía frente a Anon.
Anon miró dentro del tazón y notó que había un plato dulce dentro del tazón hecho de leche, azúcar y otros ingredientes.
—¿Pasa algo, Luv? —preguntó Anon.