—Subí los precios de todos estos alimentos y dupliqué la cuenta para hacerte parecer un tonto perdedor pobre —el gerente habló mientras señalaba hacia Anon y Fe.
—Maldito— Antes de que Fe hubiera podido desenvainar su espada, Anon la detuvo.
—Espera, Luv... Dejémoslo terminar —Anon habló con una sonrisa mientras miraba al gerente y chasqueó los dedos.
*Chasquido*
—¿E-Eh...? N-No, Señor... Señora... Yo no quería decir todo eso, por favor escúchenme— ¿Qué demonios? ¿Por qué mi mano se mueve sola? —el gerente preguntó con una expresión de shock al notar que su mano automáticamente llevaba el tenedor hacia su ojo.
—Pues bien, esta cuenta te va a costar un ojo de la cara, amigo, y con eso, me refiero a tus hermosos ojos —Anon habló con una sonrisa mientras miraba al gerente.
—N-N-No, Señora... Por favor detenga esto. Señor, les suplico... Por favor no me hagan esto. Por favor Señor... Tengo una hija pequeña y un hijo.