A medida que los Gigantes se miraban entre sí con expresiones vacilantes, Anon lo notó y una sonrisa apareció en su rostro.
—Habla ya... O te arrancaré el cerebro y lo averiguaré yo mismo —dijo Anon mientras miraba a los Gigantes.
—V-Venimos por-
—Oye, decidimos morir antes de decir- —Antes de que el gigante pudiera completar su frase, Anon lo golpeó y le rompió el cuello inmediatamente.
*Golpe*
—Maldición, hombre... Vuestros cráneos son realmente fuertes. Creo que acabo de romperme un dedo y no me importaría romper más, ya sabes... —dijo Anon mientras miraba al otro gigante.
—V-V-Venimos por Comida... —dijo el gigante.
—¿El qué? —preguntó Anon con una expresión confusa.
—C-Comida, Señor —respondió el gigante con una expresión avergonzada.
—¿Por qué? ¿Qué pasó con toda la comida en tu mundo? —preguntó Damon con una expresión confusa.
—Y-Ya no nos queda nada en nuestro mundo... Nos comimos todas las criaturas pequeñas y ahora es muy difícil encontrar algo comestible.