—¿Q-qué señor? —preguntó el Demonio con una expresión confusa.
—¿Cuál es tu nombre? —preguntó Damon con una sonrisa mientras se acercaba a la cabeza decapitada del Incubo y agarraba la corona del rey.
—M-Mi nombre es Rovan... señor. —respondió con una expresión asustada y confusa.
—Bien Rovan... Aquí. Esta corona significa que tú eres el nuevo rey de este Reino Demonio y mi amigo allá ya está muy frustrado.
Entonces, espero que no quieras irritarlo aún más... Porque no le importará matarte también. —dijo Damon mientras agarraba lentamente ambos cuellos de Rovan y los ajustaba perfectamente.
Luego colocó la corona dorada real sobre su cabeza y le guiñó un ojo.
—Y-Yo entiendo... —respondió Rovan con una expresión impactada, ya que no sabía qué estaba sucediendo.
—La Corte se aplaza por hoy... Todos, por favor salgan de aquí. —dijo Damon con una sonrisa mientras miraba a los Demonios que estaban sentados en el suelo como audiencia.
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