—AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH... —el monstruo Raíz de Sangre gritó fuertemente al sentir dolor real por primera vez en su vida.
—¿Ayyy... te dolió? Déjame arreglarlo —Anon habló con una sonrisa maniática, al instante agarró su otro aniquilador arcano firmemente y lo apuñaló en su otro ojo también.
—NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO... MI OTRO OJOOOOOOOOOOOOOO —el monstruo Raíz de Sangre gritó aún más fuerte, empujando a Anon con toda la fuerza que pudo reunir en su cuerpo y se alejó de él.
*Golpe*
Anon se equilibró en el suelo y miró al monstruo Raíz de Sangre con una sonrisa.
—NOOOOO... M-MIS OJOS, N-NO PUEDO VER NADA, SÁCALOS —el monstruo Raíz de Sangre gritó tratando de remover los aniquiladores arcanos de Anon de sus ojos, porque le impedían sanar y volver a la normalidad.
—Aquí... Esto ayudará —Anon habló con una sonrisa mientras levantaba las manos y recordó a los Aniquiladores Arcanos.
*Chk-Chk*