—Maestro... Mira mis nalgas y coño, están suplicando por tu pene, por favor ven y empotra mi coño con tu gran pene.
—Te lo ruego maestro —No. 300 habló mientras sacudía sus nalgas arriba y abajo.
—Oh, sí joder... —Anon habló con una gran sonrisa mientras se quitaba la ropa inmediatamente y corría hacia la cama como un loco.
En cuanto llegó cerca de la torre de coños, Anon agarró las nalgas de Adeline, hundió su cara en el esponjoso y húmedo coño de No. 300 y comenzó a lamerlo muy rápido.
En cuanto Anon hundió su cara en el coño de No. 300, su pupila tocó la parte superior de sus ojos y sus párpados empezaron a pestañear muy rápido mientras sentía la lengua de Anon moviéndose en su coño.
—Anhhh~ Anhhh~ Sí, Maestro~ Siiiii~ Por favor usa mi coño como quieras~ Lámelo~ Fóllalo, golpéalo~ Por favor maestro, haz lo que quieras con el coño de tu esclava —No. 300 gritó mientras empezaba a sacudir sus nalgas arriba y abajo.
*Palmada*