—¿Qué estás diciendo, Bernie? ¿Estás realmente hablando en serio cuando dices esto? —preguntó Rey con una expresión impactada.
Bernie giró la cabeza hacia Anon y notó que él estaba comiendo ensalada con una cara relajada.
—¿Que si hablo en serio? —preguntó Bernie con una expresión preocupada que asomó en su rostro por un segundo.
—Tan en serio como tu esposo en la noche de su boda. No dejes caer tu expresión, amor —le habló Anon a su mente.
—Estoy tan seria como tu esposo estaba en la noche de su boda, mono gordo —respondió Bernie con una expresión seria.
—¿Q-Qué!? ¿Acabas de llamarme a-
—Bueno, entonces... ¿Comenzamos el duelo? —finalmente decidió hablar Anon y se levantó de su silla.
*Pat*
De repente, una mano apareció en su hombro.
—¿Quién serás tú? —una voz vino desde arriba.