—¡BuuuuuuuuuuuuuuuuuM!
La explosión causada por la autodestrucción de un dragón de Rango Seis no era ninguna broma.
En el momento en que el dragón se autodestruyó, violentas olas de energía estallaron hacia todas direcciones, arrasando todo a su paso.
La barrera defensiva que cubría la capital del imperio no pudo resistir la fuerza de la autodestrucción, y aparecieron grietas por todas partes. Los cañones mágicos que formaban parte de las barreras defensivas colapsaron y las formaciones de ataque se desintegraron.
Al ver las grietas que se extendían rápidamente en la barrera, las caras de todos los demonios dentro de la capital se pusieron pálidas.
Los demonios a cargo de la formación defensiva aumentaron la salida de energía hacia la barrera al límite máximo posible, pero aún así...
—Crac... Crac...