—Entonces, ¿conseguiste lo que buscabas en la Tumba de los Antiguos para curar al Abuelo Sylván? —preguntó Evan después de rezar por el futuro del hombre viejo.
Cedro asintió con la cabeza cuando escuchó a Evan y sacó una pequeña planta del tamaño de un bonsái de color blanco de su anillo de almacenamiento. La planta brillaba con una luz azul tenue, y en ella crecía un fruto del tamaño de una cereza de color rojo.
—Una Planta del Núcleo del Mundo... —Anastasia alzó una ceja al ver la planta en la mano de Cedro y habló con una mirada sorprendida en su rostro.
—¿Planta del Núcleo del Mundo? —Evan miró la planta confundido porque le pareció algo similar al Árbol Mundial que había visto en la cueva de Sylván.
Viendo la mirada confundida en el rostro de Evan, Anastasia le explicó.