Conozco a un tiburón de préstamos

Sylván, Alaric, Cedro y otros presentes en la Sala Central miraron a Evan con confusión, sin entender por qué se estaba riendo.

Solo Anastasia rodó los ojos cuando escuchó la risa de Evan ya que estaba bien consciente de la identidad del Dragón de Luz que causó toda la conmoción.

—Pensar que él reviviría a ese tipo para sembrar desorden entre los demonios y dragones... —Anastasia suspiró ante las travesuras de Azroth, sintiéndose impotente—. Ella pensaba que era el único que podía lanzar Utopía al caos de esta manera.

—Antes fue el evento de la Noche Eterna y ahora esto... —Miró de reojo a Evan y se sintió feliz de que al menos su personalidad actual era diferente y no pensaba en destrucción y caos todo el tiempo.

—¿Por qué te ríes? —preguntó Sylván con una mirada extraña en su rostro.

Alaric ya le había contado sobre la verdadera identidad de Evan, explicando que no era el hijo del Monarca de la Sombra sino el Monarca de la Sombra en sí.