—Parece que las cosas no son tan simples como parecen en la superficie —murmuró Anastasia con los ojos entrecerrados mientras miraba a los tres Demonios de Lava frente a ella, quienes apuntaban con ballestas de aspecto peligroso.
—Evan también se sorprendió cuando vio a los tres demonios de lava porque, según lo que había escuchado, pensó que se habían extinguido.
—¿Quiénes son ustedes? —preguntó uno de los demonios de lava, quien estaba en el pico del Rango Dos con voz fría, tratando de mantener su compostura mientras enviaba un mensaje sigilosamente usando su cristal de comunicación.
—Los tres demonios de lava medían entre dos y tres metros de altura, su piel era de un negro oscuro con grietas por todo su cuerpo y se podía ver fluir sangre de color naranja profundo, similar a la lava, a través de las grietas. Sus cabezas eran redondas, con ojos rojos anormalmente grandes y narices pequeñas y redondas.