En el momento en que el portal apareció, una aterradora aura que sacudió todo el planeta estalló de él. Valery, que estaba solo a unos metros de distancia del portal sintió una creciente presión aplastante que se cernía sobre ella y su rostro se volvió pálido.
—¡Crac! ¡Crac!
El hielo que cubría la Antártida comenzó a romperse, formando profundas grietas de cientos de metros de profundidad. El océano empezó a revolverse y grandes olas se precipitaron hacia las costas. Las aterradoras olas de energía que venían del portal fueron capturadas al instante por los satélites, causando que todos los cazadores de alto nivel se vieran extremadamente serios porque la energía capturada era decenas de veces más poderosa que aquella liberada por Evan durante su lucha contra Valery.
Evan entrecerró los ojos al mirar el amotinado portal frente a él, que se estaba expandiendo lentamente.
Al mirar el portal, percibió la existencia de la Esencia del Mundo al otro lado del portal.