Dentro de la ciudad de Glacialheim, en lo alto de una montaña gigantesca de hielo que se elevaba decenas de miles de metros, atravesando las nubes heladas, se erguía un gigantesco castillo de hielo.
El ambiente dentro de la ciudad de Glacialheim era completamente diferente al del mundo exterior. En lugar de una sola luna, una luna azul completa y una media luna púrpura brillaban intensamente en el cielo, haciendo parecer como si Glacialheim no estuviera situada en Utopía sino que existiera en un reino completamente diferente.
Alrededor del gigantesco castillo de hielo, docenas de personas de la especie Glacifern patrullaban el área.
Sus cuerpos delgados y altos estaban revestidos en armaduras azul claro y cada uno de ellos sostenía una larga y afilada lanza. Se movían en perfecta armonía, pareciendo un equipo de élite de soldados.