Un Reemplazo en el Deber

Cuando Mateo vio que se abría el portal en su oficina, lo primero que pensó fue que su viejo amigo estaba a punto de irrumpir.

Pero al reflexionar, recordó que Abadón había sido completamente vetado de este mundo y, como tal, desechó el pensamiento.

Por un breve momento también pensó que podría ser Lailah, pero se dio cuenta de que ella probablemente tenía el mismo problema.

Entonces, ¿quién venía?

*Thunk. Thunk. Thunk.*

La habitación retumbó cuando una gran criatura de cuatro patas salió del portal, una pata a la vez.

Su llegada estuvo acompañada de un sentimiento de pavor en el aire, y una ráfaga de viento frío y escalofriante.

Mateo y Hera miraron horrorizados al jinete de la gran bestia llameante.

Una joven de piel marrón moca y ojos de dos colores les devolvió la mirada con una expresión llena de diversión.

Su cabello era a la vez blancamente nevado y profundamente negro intenso. Quizás reflejando su propia naturaleza de dos caras.