—Podrías haber hecho eso un poco diferente, cariño —dijo Lisa.
—¿Qué? ¡Fui muy delicado! —respondió.
—Has animado un montón de la sangre de su amiga y lo has usado para hablar con ella —afirmó Tatiana.
—¡Fue eficiente!
—¿Lo fue? —preguntó Lailah.
—Bien, solo quería hacerlo porque pensé que nos daría un aire de misterio.
—Podrías haberla arrastrado a un
—¡M-Mira, solo me emocioné, vale? ¡Pensé que sería menos aterrador para ella que simplemente aparecer en alguna de mis formas naturales! —se justificó Erica.
—Te vi muy adorable, Mamá —comentó Thrudd.
—Gracias, Thruddie-pie. La próxima vez solo te traeré a ti en lugar de estos otros tontos.
Sevasina no entendía por qué, pero mientras tenía los ojos cerrados, podía escuchar voces que eran más únicas de lo que nunca había conocido.
También hablaban en un dialecto que, a pesar de nunca haberlo escuchado antes, podía entender perfectamente.
Sus ojos se abrieron lentamente y estaba mirando los tres soles de su planeta.