Caos

—Abadón... ¡Espera..!

El dragón se detuvo momentáneamente antes de sacudir la cabeza.

—Izanami tropezó con la oscuridad mientras lo perseguía —gritó y clamó por él, pero no volvió.

El agua a su alrededor comenzó a espesarse y la arrastró hacia sus profundidades oscuras mientras ella gritaba pidiéndole que la salvara.

Y Abadón, por razones que él no comprendía, no se volvió. Simplemente siguió avanzando mientras escuchaba risas que no reconocía...

—¿Abadón? —Una mano en el hombro de Abadón lo hizo sobresaltarse.

Cuando miró hacia abajo, toda la fiesta reunida lo estaba mirando con expresión de preocupación.

Todos estaban delante de él y parecía que él se había estado arrastrando bastante atrás.

En algún momento, tal vez incluso se detuvo por completo.

—Lailah había sido quien había colocado su mano sobre él y la mirada de preocupación en su rostro parecía permanente —¿Acabas de... tener una visión?