Llamada Telefónica Angélica

*Ka-Ting, Ka-Ting, Ka-Ting… Ka-Ting, Ka-Ting, Ka-Ting… ¡Click!*

—¿Hola?

—Finalmente. Estoy suplicándote que introduzcas el concepto de teléfonos celulares al resto de los ciudadanos en la Ciudad Blanca —suspiró Abadón.

Azrael parpadeó unas cuantas veces como si ni siquiera estuviera seguro de cómo Abadón había conseguido su número.

—Tú me llamaste.

—Sí.

—Nunca me llamas.

—Siempre se me olvida, supongo…

—Esto debe ser importante. ¿Estoy a punto de ser llevado a algún lugar para observar una muerte particularmente cruel?

—¿Parezco alguien que vaya a salir corriendo para matar a alguien en este momento? —Abadón inclinó su cámara un poco para mostrar que su cabeza estaba descansando actualmente sobre una almohada.

—¿Estás intentando mostrarme esto como si eso probara algo? Sé que puedes estar en más de dos lugares al mismo tiempo.

—Me haces sonar tan todopoderoso. Es halagador.

—Como si tu ego necesitara crecer más, Mayor.