Clayton esperó con expectación una escena desafiante para el cielo. Tal vez una grieta colosal se abriría en el tejido del mundo, desde las nubes hasta el pico de la montaña. Por más aterradora que pudiera ser, Clayton pensó que eso sería justo lo que necesitaba para de alguna manera validarlo después de todos esos años de creencias. Sin embargo, Clay y los demás no obtuvieron nada parecido. En cambio, todo lo que escucharon fue el sonido de un perro ladrando detrás de ellos. Todos en el pico de la montaña se dieron vuelta de inmediato. Casi se salieron de su piel cuando vieron aparecer a todo un grupo de la nada. El grupo estaba compuesto principalmente por mujeres, con un hombre parado al menos una cabeza más alto que el resto de sus conocidos. Sentado a sus pies estaba el Rottweiler más grande que cualquiera de ellos hubiera visto. Un claro ganador de premios por cualquier métrica identificable.
—Y-tú eres…