Un Cambio de Naturaleza II

Es... no es una situación tan poco común como uno podría pensar.

Los humanos son lujuriosos, divisivos, brillantes, joviales y obtusos.

Pero también son simples.

Pueden albergar fantasías de grandes destinos y ser de unos pocos elegidos, pero la realidad es que hay una casta no tan pequeña de humanos que realmente no sabrían qué hacer con tal oportunidad.

La pura vastedad de lo que se les estaba entregando podría abrumarlos.

Pero en aquel entonces, Abadón estaba presenciando este fenómeno por primera vez y no entendía su decisión.

Les dijo que podía hacerlos más fuertes. Mejores. Darles poder más allá de su imaginación más salvaje y regalarles la vida eterna.

Podrían volar, arrancar las estrellas mismas del cielo y viajar al centro del sol si así lo desearan.

No entendía por qué no tomarían tal oportunidad.

Pero la razón, vino a aprender, era sorprendentemente simple.