Vuelo Inesperado

Paseando hacia el ático, Clark vio el gigantesco espacio abierto que conducía al salón y se quedó boquiabierto. Todo su apartamento cabría solo en ese espacio.

Y eso no era todo.

Vio las escaleras que llevaban a un segundo piso, y la curva a la izquierda que iba hacia la cocina. Giró lentamente sobre sí mismo, observando el lugar.

—Esta casa es increíble… Pero, ¿realmente usas todo este espacio? —preguntó con los ojos muy abiertos.

—Una gran parte de él, sí. Pero hay una habitación que aún no se ha utilizado. Y ahí es donde montaré el gimnasio. Ven conmigo —dijo Alex, dirigiéndose hacia las escaleras.

Kary los oyó entrar, y desde la cocina, se asomó por la esquina. Cuando vio a Clark en el ático, se preguntó qué estaba pasando.

—Se lo preguntaré más tarde —murmuró para sí misma.

Volvió a ocuparse de su teléfono, mirando los locos mensajes de Luz Silenciosa y riendo.

«Pobre chico. Debe estar aterrorizado», pensó, encontrando la situación divertida.