Alexander y Kary tardaron mucho más de lo que les hubiera gustado en explicarle todo a Clark. Pero no podían culparlo.
Hasta hace unos meses, cualquiera que les dijera lo mismo habría sido considerado loco. Para él, eso era probablemente lo que parecían: gente loca.
—Entonces, ¿estás bien con todo esto? —preguntó Alex al final de su explicación.
...
A Clark le tomó un momento abrir la boca para hablar. Simplemente miraba las imágenes, los gráficos y toda la información en la televisión frente a él, y su mente se quedaba en blanco.
—Yo... ustedes... Tengo tantas preguntas...
Alex se rió de su reacción.
—Lo entiendo. Pero tendrán que esperar después de la redada. Por ahora, quiero saber si te sientes bien estando allí.
Clark asintió con la cabeza distraídamente.
—¿Cuántas personas se verían afectadas si no vamos? —preguntó, queriendo saber la gravedad de la situación.