Reconociéndose el Uno al Otro

Después de llegar a casa, Kary y Alex se despidieron de la madre de la primera antes de regresar al ático. Aún tenían cosas por hacer, pero la mayoría podían hacerse en línea.

Alex empezó por pedir un nuevo teléfono y, para su disgusto, ya no había modelos de generaciones anteriores disponibles. Se vio forzado a comprar un neuro-teléfono.

Pagó por la entrega en el mismo día y el pequeño dispositivo electrónico fue entregado por un dron directamente a su balcón en una hora.

No era lo único que había pedido, ya que todavía tenía que reemplazar todas sus tarjetas de identidad, así como sus tarjetas bancarias y diferentes tarjetas de membresía.

La mayoría de ellas le fueron entregadas rápidamente, pero las tarjetas del banco y de identificación emitidas por el gobierno tardarían unos días. Pero, al menos aún tenía acceso a todas sus cuentas a través del neuro-teléfono.